domingo, 16 de mayo de 2010

La Gran Regla Twittera







Vivimos en un mundo extraordinariamente competitivo, y este pequeño submundo, al que se da por llamar 2.0 (dos punto cero, no veinte) no es una excepción. Escrito suena a perogrullo, pero vivido no lo es tanto, tendemos a pensar que somos un estamento de privilegiados dentro de la sociedad, y que debemos ser escuchados con mayor atención y por un mayor numero de personas.

Twitter es una herramienta de comunicación poderosisima, tiene un alcance que pocos pueden creerse cuando se lo describes, y en el momento que su uso se generalice puede ser una revolución en la interacción de las personas, ...yo creo que la revolución ya ha comenzado.

Un día hace algún tiempo lo probé, no recuerdo cómo ni porque, pero me gustó la experiencia, empecé a seguir a gente, sin ningún criterio y al cabo de los meses hice la primera “limpieza” de seguidos. En este tiempo ha venido gente, mucha gente, unos se han quedado, otros se han ido, y algunos se han convertido en amigos. Entonces, y solo entonces ya empezó a ser divertido. Luego vinieron las “desvirtualizaciones” y mejoró el asunto sustancialmente.

Sin embargo veo un problema, como decía al principio, la gente quiere más.. más.... mucho maaaaaas!!, y entonces twitter se convierte en un monstruo de difícil gestión. El exceso de información lleva a la "saturación" del TL y la eficiencia desaparece, y no me refiero a eficiencia en términos económicos ni nada de eso, ¡eficiencia personal!

Desde luego que hay opciones, como la de crear listas y cosas de esas, pero que queréis que os diga, yo os quiero a todos juntitos y a al mismo tiempo, que como soy un ser mononeuronal, me supone un esfuerzo terrible el ir cambiando de ventanitas.

Pero bueno, aún con todo, respetaré a la gente que quiere millones de amigos para no hacerles ni caso, aunque...

"Es mísero, sórdido y aún diría tétrico
someterlo todo al sistema métrico
no estés con la regla más de lo que es natural
te aseguro chica que eso puede ser fatal.
Y aunque en rigor no es mejor
por ser mayor o menor
yo que tú, consultaba al doctor López Ibór"

2 comentarios:

  1. ¡Cuánta razón tienes, Borja! Yo también pienso que uno debe seguir a cuantos pueda escuchar, ni uno más... y a servidora le enorgullece la calidad y no la cantidad de sus seguidores. Esto de "la internés" no deja de ser parte de la vida y optar por el valor y no por el número es algo personal, que va más allá de cualquier herramienta dospuntocerista.
    ¡Ah! y otra cosa: es cierto, esto empieza a ser divertido cuando coinciden afinidades de interés y de carácter y los ciberamigos se van volviendo, poco a poco, ciberAMIGOS.
    Feliz domingo!

    ResponderEliminar
  2. Me gusta la reflexión de la entrada, me ha hecho gracia la letra final:-), jejeje, estoy con Francesca, mejor calidad que cantidad, mucho mejor.
    No tengo twitter: pero porque no me da tiempo, el éxito de mi blog a partir de 2007 (y casi que hasta hoy), inesperado, tampoco buscado, no me deja tiempo para más, para poco más...
    Creo que internet es un arma de doble filo, a veces lo adoro, a veces lo detesto...
    En nuestra post-adolescencia, cuando estudiábamos, no había internet: la gente se tomaba más cañas, tardaba menos en conocerse, hablaba más "en la vida real", era todo mucho más espontáneo. No sé si fuiste tu, pero alguien me llevó a un par de conciertos en "Rock-Ola" (creo que fuiste tu)...Hoy no hay salas reales así, en las que la gente habla y comparta tanto...parece que todo ha pasado a la "sala-cyber"...Vas a los sitios "reales" y la gente casi no se comunica, o mucho menos..
    Hoy todos tenemos tantos cyberamigos...Está bien, no digo que no mole. Pero cuesta tanto conocer a una persona, y hoy en día la gente se conoce tan superficialmente..., enseguida se conoce...Es poco real, tal vez, aunque uno intuye la calidad, claro, la afinidad...
    En realidad los verdaderos amigos son los de una vida, y son pocos...internet nos da la posibilidad de tener muchos, ó de créernos que tenemos muchos: He conocido a gente fantástica que ha pasado a la realidad gracias a "la máquina", claro que sí, y sin internet hubiera sido imposible...pero...igual conviene creérselo todo en términos relativos, casi que...porque quitas el enchufe...y ese mundo ya no está (un apagón):-)
    Menudo Ripley-coñazo de discurso:-). Palabro de verificación de jovenzuelo veinteañero, me sale: "trote", como que estoy yo ya...:-)
    Abrazos

    ResponderEliminar