Desde muy pequeño me han dado miedo los payasos, algo irracional, lo se, pero que me hacia odiar el circo, sin embargo cuando los niños eran muy pequeños fuimos a uno de esos de barrio y pude sobreponerme a mis miedos, aunque no disfrute mucho del espectáculo.
El otro viernes la pequeña se empeño en llevarnos al circo que se había instalado en el pueblo, y al final fuimos.
¡Qué bien me lo pase!, será que me hago mayor, pero disfrute un montón, me reí mucho y pase unas horas francamente agradables.
¡¡No había payasos de los que dan miedo!!, la verdad es que era un espectáculo muy agradable, sin muchos animales y con payasos muy cachondos.
En fin, nada más reconocer que he superado un miedo de mi infancia.
Por cierto, quise invitar a mi madre a que nos acompañase y se negó en rotundo, ¡¡de casta le viene al galgo!!