sábado, 10 de noviembre de 2007


La Religión; esa gran desconocida.

YO

Mi familia es profundamente cristiana, practicantes convencidos y activos, y yo, ironías de la vida, siempre he tratado de racionalizar todas las circunstancias de mi vida, ¿cómo encaja la religión en mi planteamiento? pues yo no lo se, pero regular. Sinceramente, no concibo la irracionalidad de cierta gente fundamentalista y desde mi punto de vista hipócrita. Considero que hay mucha falsedad en cuestiones de religión, convencido como estoy que la religión católica es especialmente fácil de practicar, muchos de sus adeptos, en el momento que salen de su misa diaria o dominical, parecen mutar en individuos a los cuales se les han olvidado todos los valores. Esta circunstancia me molesta profundamente, y desgraciadamente, la hipocresía está muy difundida.

En cualquier caso, ¿para que sirve la religión?, en teoría, contesta alguna de las preguntas fundamentales de la vida, alguna de las grandes preguntas. Pero, ¿qué pasa si no te haces esas preguntas?... sobran las respuestas.

Desde el punto de vista humano, yo trato de ser coherente con mis ideas, y sobre todo, trato de ser respetuoso con todos en cualquier aspecto de la vida, personal o profesional, cosa distinta es en que porcentaje de veces lo consigo.

Otro aspecto que me asusta de La Iglesia, es que de vez en cuando surgen miembros que expresan a los cuatro vientos su homosexualidad, sinceramente, me importa muy poco lo que sea, pero es como si un cura proclama que es un “putero[1]”, señores seamos serios, me parece una incongruencia inmensa que ustedes que han hecho votos de celibato proclamen sus tendencias sexuales. Hoy por hoy y mientras se mantengan sus votos esto es lo que hay. Con esto no quiero decir que este de acuerdo con esos votos, pero si no les gusta, por favor, no se ordenen sacerdotes.

Resumiendo, lo que peor llevo de todo este asunto es la falta de coherencia que demuestran algunos de los miembros relevantes de la Iglesia Católica.

Otros de los asuntos que me asusta con el tema de las religiones es la falta de criterio que hay, ¿Cómo es posibles que podamos ser miembros iguales Pinochet[2] y yo?, si alguien no sabe de que hablo, que se lea detenidamente la biografía de ese individuo (la oficial y las no oficiales), al cual dio de comulgar el Papa Juan Pablo II.

MI CIRCUNSTANCIA

Religión y Economía, La Iglesia (como institución), centro de poder económico y financiero.

Echar un vistazo al Vaticano, resulta un poco opulento, ¿no?. Desde que se creó la Iglesia Católica, está se ha convertido en un centro de poder, sin necesidad de remontarme mucho en la historia, el peso especifico de esa institución en España es muy elevado e incluso ahora, en una España moderna y aconfesional, según quien gobierne, tienen un papel activo en las decisiones políticas.

Reconozco el importante papel que ha tenido esa institución en el mundo, es claro e innegable que ciertos sectores ayudan a las personas menos favorecidas, pero todo cambia si hablamos de la institución con mayúsculas, de la cúpula de dirigentes a nivel mundial. En este punto es cuando las personas dejan de existir y comienza a hacerse política, encaminada a preservar sus intereses, y en un segundo (tercer o infinitesimal) plano, los intereses de sus feligreses.
El escándalo de la Banca Vaticana....
[1] putero.
adj. coloq. Dicho de un hombre: Que mantiene relaciones sexuales con prostitutas
2. m. C. Rica. prostíbulo.
[2] Augusto José Ramón Pinochet Ugarte

lunes, 5 de noviembre de 2007



Teoría de la dispersión, o de cómo colocarse en el metro

YO

Soy usuario de los transportes públicos a diario, generalmente uso el tren de cercanías y el metro, y en los cuatro últimos años he comprobado empíricamente que la distribución de la gente en los vagones del tren se ajusta a una curva de distribución normal, con una grafico exacto de la campana de Gauss. ¿es posible que en algo tan aleatorio como la colocación de la gente en los trenes sea fácilmente cuantificable?, ¿es posible que los usuarios/consumidores no seamos tan libres como pensamos?, ¿somos perfectamente predecibles en nuestro comportamiento?....

Me gustaría preguntar a todos y cada uno de mis compañeros de viaje el por que han escogido ese vagón, y dentro de ese vagón ese asiento. Apuesto lo que sea a que nadie tiene un criterio claro, unos me podrán decir que la salida de su estación está en el centro del anden, otros que vinieron corriendo y donde les pillo entraron. Pero ¿es creíble esto?.

Últimamente, y por motivo laborales, me dedico a “modelizar” todos los aspectos de la vida, los mas banales y los mas profundos. Es curioso el tiempo que podemos gastar en tonterías de ese estilo, al final no es mas que un trabajo mental para pasar el rato.

MI CIRCUNSTANCIA
Teoría de la dispersión aplicada a la economía. Hay un modelo matemático para calcular la dispersión cuyo histograma se representa mediante la campana de Gauss.


¿Qué aplicación tienen estos modelos en economía?, entramos en el mundo de la econometría; Concepto: la econometría se puede definir como una disciplina científica que tiene por objeto la explicación y la predicción de los fenómenos económicos, mediante el uso de modelos expresados en forma matemática y la utilización de métodos estadísticos de estimación y contraste. Os prometo que no voy a utilizar ninguna definición mas en este pequeño escrito.

Es en los años 60, cuando se empieza a usar para aplicaciones económicas, mediante la aplicación a modelos de demanda, producción e inversión. Es entonces cuando se desarrollan los principales modelos macro econométricos de enfoque Keynesiano. De lo que se trata es de explicar fenómenos reales a través de enfoques matemáticos. ¿habéis leído a Isaac Asimov?, en una de sus novelas más famosas habla de cómo el comportamiento humano es perfectamente predecible siempre y cuando el número de individuos sea el correcto. Él se refería a predicciones sociológicas de comportamiento. Como teoría no esta nada mal, y si nos fijamos todo estudio humano se centra en intentar predecir el comportamiento humano, mediante el marketing, la publicidad, etc.