domingo, 13 de diciembre de 2009

El Fantasma De Las Navidades Pasadas




Imagino que a todos nos pasa, las navidades son un cúmulo de sensaciones que tienes sus propios ciclos. El primer ciclo, y del cual yo en primera persona no me acuerdo es el de la infancia, todo ilusión, alegría, felicidad inconsciente y esas cosas... aunque repito, yo no me acuerdo.

Luego viene la adolescencia, la sensación de libertad, y por consiguiente la oposición a las costumbres de tus padres y familiares. El sentimiento de rechazo al significado de estas fechas se arraiga en el corazón de sujeto en análisis.

Se conoce que maduramos, nos casamos y disfrutamos de los primeros años de matrimonio sin hijos en los cuales en estas fechas se empieza a organizar el resto de la vida, las navidad con mis padres y fin de años con los tuyos, ¿en reyes como lo hacemos?, ¿en tu casa se celebra años nuevo?.... la verdad es que en estos momentos no andamos para zarandajas, y tratas de acoplarte lo mejor que puedes a las tradiciones de los demás.

Y luego vienen los niños, entonces es cuando la NAVIDAD se introduce en tu casa y se muestra en toda su crueldad, de repente las fechas señaladas son señaladas de verdad, el tema de los vales o ya te compraré no se pueden usar, y el estrés entra en nuestras vidas. Aquí es donde se demuestra efectivamente la capacidad del ser humano para sobrevivir.

Y aquí me encuentro yo, intentando buscar algún sentido a este tinglado, excepto lo obvio, las vacaciones, todo lo demás se me hace artificial, y por lo tanto falso y carente de sentimientos. Y no estoy diciendo que haya gente que pueda sentir la navidad como la sentían mis padres o mis abuelos, pero sin duda son los menos.

Pero esto es la vida, hay que adaptarse, y hago todo lo que digo que nunca haría solo porque a mis niños les encanta, aprendo villancicos, decoramos un árbol en familia, damos aguinaldos, salimos a ver las luces en Madrid, vamos a ver belenes tradicionales.....,¡vamos!, ¡¡todo el kit!!

Y disfrutando, ¡¡que es como hay que hacer las cosas!!

3 comentarios:

  1. Mis recuerdos infantiles navideños son tan emotivos que creo es lo que me hace seguir viviendo estas fechas con ilusión. Es verdad que cuando te casas y no tienes hijos le restas importancia y te limitas a disfrutar de unas merecidas vacaciones de invierno. Pero llegados los hijos, la emoción vuelve a la casa y yo aquí estoy haciendo un spring para poner el árbol de Navidad, decorar la casa e intentar transmitir a mis hijos el espíritu de la Navidad. Seguro que ellos tendrán un buen recuerdo y cuando creen su propia familia recordarán con cariño estos años.

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  2. Joder, si, es cierto... como vamos viendo todo este pifostio de diferentes maneras según vamos creciendo. Y de un año a otro hay bolas de colores, y alguna sonrisa se tuerce en agua de sal, y falta gente... Y todo te parece un poco más falso y como del Corte Ingles.

    Carpe Diem

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  3. a mi las navidades me traen mala suerte, como el resto del año

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