Pocas, muy pocas veces en estos siete años que vengo publicando cositas en este mi blog, he puesto fotos que nos sean mías... esta es una de ellas.
Esta fotaza la ha hecho Alvaro Ruiz, un amigo con el que compartí unas horas de asueto en un estudio haciendo fotos a cinco estupendas chicas.
Nada mejor que en plena temporada de impuestos y mierdas varias de curro que tomarse unas horas de asueto para hacer algo de lo que más te gusta en la vida, ¿os hacéis una idea?, una delicia, incluso con los ochocientos mil grados que caían a las 4 de la tarde. Pero mereció todo la pena.
El tema es que en la cabeza de Alvaro estaba esta foto, yo solo puse la técnica y pulsé el botoncito. Mientras procesaba el RAW no dejaba de pensar en lo mucho que ninguneamos las ideas y nos aferramos a los pequeños logros (ajenos) sin querer compartir los beneficios. Mientas ajustaba la fotico en el "capture one" no sentía que fuera algo mío, y notaba algo de frustración por no haber hecho yo esa foto, me la apunto para la siguiente.
La primera derivada de esto es que en muchas ocasiones leo por foros de fotografía que a alguien le han copiado la foto, por la pose, la técnica o no se que cosas más, y se rebotan que da gusto, no acabo de entenderlo, yo me sentiría halagado si me pasase. Considero que la imitación es una fase del aprendizaje, luego con el tiempo, el talento y la suerte ya podrás tener tu estilo, pero con la producción de fotos actual la originalidad es casi un milagro.
¡Gracias chicas por la sesión que nos disteis!
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