viernes, 17 de diciembre de 2010

285/365

Unas botellas y un cajón inmenso de mandarinas han inaugurado la temporada de los regalos de los clientes..... siempre me cuestiono la moralidad de estos aguinaldos....

3 comentarios:

  1. Yo creo que son más bien la forma de agradecer cosas que no se pagan con dinero como una atención amable, un trabajo hecho con cariño... Partiendo de la base de que son regalos innecesarios, porque el cliente ya pagó por su servicio, a mi me produce satisfacción ver a un cliente mío satisfecho hasta el punto de acordarse de mi en Navidad :))

    ResponderEliminar
  2. Carmen, a mi también me gusta el regalo y lo que representa...
    Borja, te lo cuestiones o no, disfrútalos! ;-)

    ResponderEliminar
  3. Más allá del agradecimiento sincero de los clientes, este tipo de regalos se han instaurado en conciencia social profesional y quien no los hace queda en evidencia.

    ResponderEliminar