Ayer nos fuimos de paseo a bajar las comilonas navideñas, esas que tanto nos gustas, el caso es que no quería llevar la cámara de los domingos, solo la pequeña Sony QX-10, que cada día me gusta más... Nos fuimos al pantano, pero la verdad es que hacía mucho frío y apetecía poco bajar nada, aún así mi inspiración sin igual me hizo meter un mini-tripode y la mini-cámara en el agua para hacer la foto de arriba,
¿chula eh?
son fotos complicadas, no tiene muchos ajustes manuales y con estas escasa condiciones de luz la cámara se vuelve un poco loca, ademas se nos hizo tarde y ya apenas había luz. Para rematar la historia cuando iba a sacar la cámara del agua se me cayó, ¡joder que susto!, menos mal que no llegó a hundirse, la pille al vuelo, pero algo se mojo.
Sin ver una mierda la sequé como pude y luego hice esta otra foto, para ver si se había roto....
¡Joder que susto!... ¡joder que susto!... pero la cámara parece estar bien.
Por cierto, a mi me gusta más la segunda.
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