Las complicaciones al hacer este autorretrato fueron básicamente conseguir enfocarme bien en la cámara grande, básicamente porque aun no poseo el don de la ubicuidad y eso de los enfoques automáticos hace veinte años no estaban muy de moda, por lo demás todo fue más o menos fluido.... hasta que se presentaron mis niños y mujer a opinar sobre todo lo concerniente a la foto.
Tuve que aguantar a mi hija diciéndome medio en broma medio en serio (espero) que con lo calvo, gordinflón, gruñón, feo (y una larga lista de calificativos de dudoso gusto) que era iba a salir fatal, y las opiniones del mayor, y las de mi mujer.... estuve a punto de llamar a alguna vecina para que opinase.....
¡Santa paciencia! :))
A lo que iba, al final, me decanté por la otra por aquello de intenter consensuar todas las opiniones y gustos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario