Lo que empezó siendo un escaparate para una novela, pronto se convirtió en un........ desahogo
sábado, 24 de enero de 2009
Duro De Entendederas
hay ciertas actitudes que nunca podré entender, los grupos de turistas que se ponen ante un monumento y se dedican a fusilarse unos a otros intercambiándose las cámaras. ¿para qué?; cuando lleguen a sus casa y enseñen 500 fotos de si mismos con diferentes fondos..... ¿que pensarán las visitas?. ¿Sentirá la gente placer al decir los innumerables monumentos junto a los que se ha fotografiado?. Para mí no es más que un acto de exhibicionismo puro y duro (onanismo).
Yo me imagino a mi mismo en una actitud así y me da pánico, entre las miles de fotografías que tengo debo de salir en 15 o 20, y lo peor, salgo con el culo y por cierto, nunca solo. (pero eso es otra historia).
A lo que iba, cuando voy de viaje, me gusta tener recuerdos de los sitios donde he estado, pero ni siquiera quiero las típicas imágenes de los edificios representativos o los monumentos, para eso están las postales, me gusta que mis fotos me recuerden momentos, sensaciones, olores, y de forma secundaría que les puedan gustar a los demás (afirmación gratuita que no se ajusta a la verdad).
Una de las actitudes que me ponen muy nervioso es cuando estás de viaje con la "family" y llevas en el cuello la cámara y la mochila con el equipo, la gente ya empieza a presuponer cosas, te dan su cámara y te piden que les hagas fotografias ( en el lenguaje universal de los signos), cientos de ellas, las repasan contigo y si están contentos te dejan seguir.
No estoy exagerando, en Roma cada cuatro calles me daban 3 cámaras, y en Segovia, había una cola de 3 parejas esperando que les hiciese fotos.
Si a alguien le encanta retratarse (que palabra más antigua) junto a edificios y museos estaré encatando en escuchar sus motivo, que seguro que los tiene.
saludines.
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